Crónica cinematográfica del cortometraje “The Polar Silence», amor en la Naturaleza.
Por Fernando Tresviernes
“The Polar Silence” es un bellísimo corto de 9,38 minutos del artista multidisciplinar malagueño Javier Gómez Bello que ha realizado premiadas composiciones musicales, poéticas y de video creación. Sus creaciones presentan una buena evolución desde sus primeros cortos hasta sus sencillas pero muy interesantes historias de magnífica fotografía.
Viviendo en la Naturaleza
Grabado en inglés y finés con subtítulos en español nos presenta a una pareja finlandesa que decide vivir dentro de la naturaleza en Laponia.
Anna Erkinheimo y Heikki Jantunen, consultores informáticos, viven con Duffe su perro de raza husky en una cabaña de madera en medio del bosque.
Cazan y pescan según lo que deseen comer cada día. Se levantan muy pronto, meditan, preparan su desayuno y organizan su jornada diaria. Siguen en contacto con amistades y familiares aunque echen de menos las actividades culturales de Helsinki.
Los colores de la luz y la oscuridad
La espléndida fotografía de Javier Gómez Bello del rodaje en Karigasniemi (Laponia) nos deleita con las amplias y diversas tonalidades de la luz a lo largo del día. También el colorido de la noche resulta maravillosamente atractivo desde la luz cálida aportada por la vela o el fuego de la chimenea.
“The Polar Silence” nos maravilla también con la visualización de las coloridas Auroras Boreales entre rojizas, moradas, azuladas y verdosas.
Sin olvidar la tradicional sauna finlandesa nocturna como colofón a una jornada tranquila pero disfrutada intensamente en el aquí y ahora.
“Mi objetivo en la vida es ser feliz”
“The Polar Silence” además nos instruye con las interesantes reflexiones que individualmente de manera alterna nos ofrecen Anna y Reikki. Nos hablan sobre la ecología cotidiana, la felicidad, el contacto con la Naturaleza, sus objetivos en la vida o la poesía y la canción.
El broche del corto lo pone la música con sintetizador y guitarra de Javier Gómez Bello, Aino Jalonen con una canción tradicional finlandesa y el poema “Rausha” (“Paz”) de Eino Leine (1898) recitado por Anna la protagonista.
Sencillo y maravilloso corto muy recomendable visionar tanto por su belleza visual, como de sonido y sus reflexiones importantes.