Vida de un plano
Título original: Vida de un plano
Sinopsis: Vida de un plano es un corto sin pretensiones, un regalo para cinéfilos, y un homenaje al cine en si mismo, sorprendentemente sintetizado en 45 segundos. Carmen Elías se convierte en protagonista accidental, aunque el auténtico protagonismo lo acapara el propio plano cinematográfico. Los pasillos del hospital en el que se rodaron numerosas partes de Camino es el escenario.
Así contemplamos el “nacimiento” del plano, con el sonido de la claqueta que aparece en pantalla, otorgándole nombre a la criatura. La señal indica también un repentino movimiento frenético de todos los figurantes que participan en la escena, correteando alrededor de la protagonista. Una imponente banda sonora de tensión acompaña a la etapa de “crecimiento” del plano, que sigue con su mirada a una Carmen Elías en pleno ejercicio de su interpretación, asustada y nerviosa. Hasta el momento de la “muerte” del plano, es decir, cuando un inesperado estruendo nos indica que alguno de los figurantes ha tropezado con el cámara, el objetivo cae al suelo y se rompe en pedazos, todo el mundo se detiene, y el director suspira un “corten”, que ejerce de epitafio.
Esta es la Vida de un plano para Fesser. Un corto que es casi un gag cómico, en el que rinde homenaje, con esta sencillez, al propio ejercicio de director, al de operador de cámara –la víctima colateral del estropicio cuyo nombre en los créditos sale acompañado de la leyenda “R.I.P”-, y particularmente a la película que le ha dado la gloria, tanto personal como profesional, volviendo a ella para contarnos una nueva historia con el material que cualquiera hubiera desechado. Fuente: http://deverdaddigital.com/articulo/7844/vida-de-un-plano