El primer día, una madre como cada día prepara la comida para su familia, pero es ignorada por ellos. Pero hay algo nuevo en su vida, y de su regazo saca una nota que le cita a las 7:30. El segundo día, la madre está distinta, va más arreglada y ha preparado una velada especial acompañada con un vino, pero su familia sigue ignorándola. El tercer día la madre ya no está, y su familia se asusta por su desaparición. Pero la madre pronto vuelve. Simplemente se había retrasado, pero el miedo que vive la familia cambia su percepción, valorando más a la madre y preparando la comida junto a ella. El secreto de la madre nunca importó. No importaba lo que había encontrado fuera, sino lo que había perdido dentro.