El padre de Aminodin siempre sonríe porque dice que “las personas alegres viven más”. Por eso, a sus ocho años, Aminodin pone su mejor sonrisa mientras trabaja en el vertedero de Papandayan (Filipinas), donde vive con su familia.
Su primo Aliman, en cambio, perdió la suya cuando en la ciudad de Marawi empezaron a caer bombas del cielo. Ahora, mientras Aliman pasa los días triste y cabizbajo en un campo de refugiados, Aminodin idea un plan para que vuelva a sonreír.
Ficha del video
También te gustará
Porque no sabías que te gustaban tanto los cortos… Hasta ahora