Nota del director: Escribí “Mi Primer Día con 23” durante los útlimos meses de 2019. En ese momento yo tenía 22 años y toda la intención de sacar adelante este cortometraje sin saber muy bien cómo. Una de las personas que más me ayudó en aquel entonces fue Rober, al que estaré siempre agradecido por ser uno de los grandes responsables de que esto hoy sea lo que es. Como también se lo estaré a Chim y Seki por lo arropado que me sentí la primera vez que leyeron el guion en nuestra cafetería de confianza. Nunca me voy a olvidar de este cortometraje y todo el cariño que hay a su alrededor, desde la gente que compartió el crowdfunding a la que aportó económicamente, y el equipo técnico que decidió meterse en este berenjenal y confiar en un chavalito de 20 y pocos, que no tenía nada más que la inocencia y la ilusión de quien desconoce el mundo. A partir de aquí, este cortometraje es para quien lo quiera y para siempre, aunque siempre que lo veamos vaya a ser mi primer día con 23.