Catalina encuentra una botella de vino con el mensaje «Volveré» que su marido le ha dejado en el que es su rincón del amor. Ante tal mensaje la sorpresa de Catalina no encuentra respuestas por lo que decide regresar a su hogar y arreglarse para esperarle en una cena para dos que se repetirá día tras día en una espera que parece no acabar, con la única compañía de la botella de vino sin abrir. En un tiempo Catalina acaba aceptando que él no volverá y que ella puede seguir sin él, tanto así que finalmente colgará sus galas y sin ganas de querer impresionar a nadie, cogerá la botella y beberá el que parece el mejor trago del mundo… hasta que suena el teléfono.