El metódico subinspector policial Pepe Velasco
Enrique García es un director malagueño de cine y acreditado profesor audiovisual, conocido por sus películas 321 días en Michigan, Resort Paraíso y La mancha negra, ha realizado cortos, videoclips y campañas publicitarias.
El nuevo caso del metódico subinspector Pepe Velasco
La muerte en el bolsillo es un cortometraje de 15 minutos, realizado en 2018 por su productora Atralla, junto a AV2 Media y School Training Escuela de Cine y Sonido. Es un corto de género negro, frecuente en su cine, que en esta ocasión presenta latente el tema de la venganza.
La trama se desarrolla en el trabajo diario de una comisaría de la Policía Nacional, donde el subinspector Pepe Velasco (Antonio Salazar) trabaja con minuciosidad y constancia cada caso encomendado pendiente de resolver. Ahora trabaja en un grave delito a punto de solucionar su autoría, que es muy importante a nivel personal y profesional.
Mientras tanto, su mujer Mercedes (Pepa Acosta) siempre aguarda su regreso a casa en silencio cuidando su bienestar doméstico.
Con un ritmo pausado en el desarrollo del guión, obra de Juan E. Artacho sobre un relato de igual título, la narrativa es llevada con secuencias bien hilvanadas por el montaje de Antonio Fernández.
Aspectos técnicos del cortometraje
La fotografía de J. A. Crespillo es detallista y minuciosa con abundancia de primeros planos que centra la acción, con una adecuada ambientación por Amador Rehak en las localizaciones malagueñas de la Comisaría Provincial, el Antiguo Cuartel de Capuchinos y la casa del subinspector.
En el guion son muy importantes los silencios y las palabras precisas, con diálogos escuetos que aumentan la tensión dramática. En la parte no verbal, las miradas, las expresiones faciales y los gestos, completan el discurso de forma muy brillante.
Buena dirección de actores por Virginia Morata bien seguida por las interpretaciones del elenco, destacando la de Antonio Salazar con su interpretación contenida, imprimiendo carácter al subinspector. Resaltamos la encarnación del preso Narciso Flores por el actor Luis Centeno.
El color del largometraje es tenue con tonos apagados que remarca el dramatismo de la historia. El corto está bien realizado, con una narrativa lenta ajustada intencionadamente a la historia.
CORTOMETRAJE COMPLETO
