Crónica cinematográfica de “Nada de todo esto”. Una insólita pareja de “policías de la estética”
Por Fernando Tresviernes
Nada de todo esto es un corto argentino de 2018 con duración de 14’25 minutos del director Hernán Alvarado Martínez. Producción de INCAA y de Ignacio Di Bitonto.
El guion de Hernán Alvarado Martínez y Ignacio Di Bitonto es una adaptación del cuento de Samantha Schweblin “Nada de todo esto”.
Sinopsis: Madre e hija ingresan sin permiso a los jardines de las casas, para corregir el mal gusto de sus dueños. Esta vez, la madre decide cruzar la línea y se mete en una casa de un barrio privado.
Una entusiasta madre jardinera
Una mujer muy mayor, Marta Lubos, y su hija, Paula Rausenberg, actúan como justicieras estéticas, corrigiendo por su cuenta los jardines de casas ajenas. Bajo los personales criterios de la madre intervienen para conseguir su particular concepción de belleza de la jardinería.
A bordo de un viejo coche recorren las urbanizaciones, hasta que tienen un incidente al atascar su auto en una de las mansiones.
Tras la invasión sorpresiva, la dueña de la casa, Andrea Garrote, trata sin éxito de echarles. La atrevida e insólita pareja de madre e hija entonces asaltan la casa, para seguir cambiando a su gusto la decoración y sus objetos.
La fotografía de Santiago Guzmán con la dirección artística de Marina Raggio ambienta y retrata bien el acomodado estatus de la casa ocupada.
Planos cenitales y travelling recorren las distintas estancias bien recreadas en el montaje por Diego Aparicio.
La particular pareja de “policía estética”
La surrealista trama incide en la pertinaz obstinación de éste dúo empeñado en actuar de policía estética en sus desvaríos esteticistas.
Un guion bien desarrollado es bien interpretado por las dos actrices principales que dan vida a madre e hija.
Envalentonadas por la oportunidad de corregir la estética de la mansión, se encierran con llave en el dormitorio principal, donde continuarán su personal cruzada.
Aún seguirán algunas sorpresas en la parte final del corto cuando la dueña de la casa echa en falta un azucarero con un marcado valor sentimental.
La banda sonora lleva un acertado tema musical, “Tiempo para el tiempo” de Agustín Valero con la voz de Inés Bayala.
CORTOMETRAJE COMPLETO
