Crónica cinematográfica de “No vaya a ser que”. Navidades a las puertas del Cielo
Por Fernando Tresviernes
“No vaya a ser que” es un corto español de 3’22 minutos realizado en 2016 por el director Daniel Sánchez Arévalo, que ha dirigido las exitosas películas AzulOscuroCasiNegro, Gordos, Primos, La gran familia española y Diecisiete. Además ha realizado quince cortometrajes y es guionista de conocidas series televisivas como Farmacia de guardia, Hospital Central y Querido maestro.
CortoEspaña otorgó su Premio Fugaz Homenaje a Daniel Sánchez Arévalo en 2019 por su íntima vinculación con el cortometraje.
El corto es una producción de Shackleton.
Todo es posible en navidades
Estamos ante un corto navideño que comienza en una casa particular con las consabidas copas de cava o champagne, más el arbolito de Navidad en el salón con sus bolitas y campanitas colgando. Para crear ambiente se añade la alegre música de villancicos propios de éstas entrañables fiestas. Ya solo falta que alguien enchufe las coloristas luces del abeto.
Todo va bien como era de esperar hasta que el invitado Kike, Enrique San Francisco, se electrocuta al conectarlo a la red eléctrica.
De ahí al Cielo directamente donde le recibe el cancerbero San Pedro, Kandido Uranga, en una atmósfera celeste, como corresponde al cielo beatífico. Completa la escenografía un haz de luz deslumbrante y una escalinata a la más alta gloria celestial.
Llegado allí, comienza un jugoso diálogo entre el descreído Kike y el guardián de las puertas del Cielo, mientras suena la divina música de un arpa.
Así continúa la afrenta entre ambos donde el hierático San Pedro le recuerda los pasos y comportamientos no muy edificantes de Kike por la Tierra.
“Vaya marrón me voy a comer”
Una buena interpretación del actor y humorista Enrique San Francisco con su habitual chispa, diálogos ocurrentes y gesticulaciones, muy expresivas que acompañan a su gran expresividad facial y corporal.
Un argumento bien escrito que parte de una idea muy sencilla, pero bastante enriquecida por los diálogos magníficamente puestos en escena por la vis cómica y filosófica del gran actor. También la sencilla pero luminosa y simbólica escenografía ayuda a crear la ambientación más acertada para el ingenioso sketch a las puertas del Cielo.
Tras el primer chasco que recibe Kike al encontrar el Cielo bastante inhóspito sin bares ni ambiente animado alguno trata de hacer valer su postura personal ante San Pedro.
El corto No vaya a ser que resulta divertido y bien interpretado, acabando con una moraleja o mensaje para lectura de navegantes.
Una vez más el director Daniel Sánchez Arévalo realiza un corto ingenioso a partir de una idea ocurrente bien elaborada en su desarrollo global.