Lidia compra una casa en la sierra de Madrid. Se enamora de Wally, el antiguo dueño, un joven que vive en Argentina. Pronto empezará a tener problemas con la conexión de Internet. Parece que algo no va bien.

Lidia y Wally continúan conociéndose a través de sus conversaciones por Skype. La conexión sigue fallando. Y ahora, ella parece entrever una mano asomando por el quicio de la puerta.

Como toda persona, Lidia tiene un pasado y Wally está a punto de conocerlo. ¿Quién es Rodrigo? ¿Qué está buscando? Mientras tanto, los enamorados siguen conociéndose.

Lidia habla a Wally de su faceta como actriz. Y este, no solo le ayuda con su videoblog sino que además le envía los planos de la casa. Parece que quiere hacer alguna que otra reforma.

Wally confiesa a Lidia que su familia hubiera preferido que no hubiese vendido la casa. Los ruidos no cesan y las voces cada vez suenan más fuerte. ¿Qué está pasando?

A Lidia se le está yendo la situación de las manos. Pasos, susurros, gritos... ¿quiénes son las personas que habitan la casa? Y, lo más importante, ¿qué tienen que ver con Rodrigo, su ex?

Rodrigo se pone en contacto con Wally. El ex de Lidia intenta explicarle el egocentrismo de la actriz, pero él no termina de fiarse.

Lidia está en peligro y miles de kilómetros imposibilitan a Wally para poder ayudarle. ¿Qué esconde la casa de su familia?