Día tras día, dentro de la cabeza de nuestro peludo amigo, se repite lo mismo: «Un lobo limpiando cristales, quién lo habría dicho». Son tiempos duros, pero la suerte y un buen plan le llevarán a conseguir el trabajo soñado… en una oficina llena de suculentas ovejas…
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Porque no sabías que te gustaban tanto los cortos… Hasta ahora